Este día , haciendo un repaso a las publicaciones de los miembros de este blog en lo referente a viajes, me dí cuenta de un pequeño detalle. Llevamos un año y pico en este mundillo hablando de Argentina, El Caribe, los Fiordos….. y ¡¡¡ coño, que pasa con nuestra ciudad !!!!. Que pasa con toda esa gente que entra en nuestro blog más o menos habitualmente, y que sólo tiene una referencia de nuestra ubicación por el Google Earth. Pues para todos ellos va este post. Para que cuando planeen alguna de sus próximas escapadas, se acuerden de uno de los rincones más bonitos del Norte de España.
Gijón ye guapa por donde quiera que la mires. Con ese barrio de Cimadevilla, testigo y protagonista de los acontecimientos históricos más significativos de la villa: desde la fundación romana, los conflictos medievales, el nacimiento y la obra de Jovellanos, guardando en sus calles monumentos e historias personales que son huellas imborrables de pescadores, cigarreras, militares, artesanos que aquí nacieron, vivieron y trabajaron; o el emblemático Cerro de Santa Catalina, testigo de cruentas batallas durante la Guerra Civil y que alberga el llamado Elogio del Horizonte, una enorme escultura de hormigón que de espaldas a la ciudad y mirando al infinito, parece abrazar al mar, al aire y dar la bienvenida a los marinos; o esa playa de San Lorenzo, sin duda una de las más bellas de la cornisa Cantábrica; o ese Parque de Isabel la Católica, un precioso espacio natural, donde además de poder disfrutar de la vista de numerosas variedades de árboles, podemos deleitarnos con la compañía de numerosos animales en libertad. Y por supuesto , como olvidarnos de nuestro Sporting, que en esta ciudad es una religión, mas que un equipo de fútbol.
Y si todo esto lo acompañamos de una buena comida típica asturiana regada con una buena sidra y sus correspondientes chupitos, para que queréis mas. En fin, que aunque sea una vez en la vida, hay que pasarse por Xixon, os aseguro que no os vais a arrepentir.
Gijón ye guapa por donde quiera que la mires. Con ese barrio de Cimadevilla, testigo y protagonista de los acontecimientos históricos más significativos de la villa: desde la fundación romana, los conflictos medievales, el nacimiento y la obra de Jovellanos, guardando en sus calles monumentos e historias personales que son huellas imborrables de pescadores, cigarreras, militares, artesanos que aquí nacieron, vivieron y trabajaron; o el emblemático Cerro de Santa Catalina, testigo de cruentas batallas durante la Guerra Civil y que alberga el llamado Elogio del Horizonte, una enorme escultura de hormigón que de espaldas a la ciudad y mirando al infinito, parece abrazar al mar, al aire y dar la bienvenida a los marinos; o esa playa de San Lorenzo, sin duda una de las más bellas de la cornisa Cantábrica; o ese Parque de Isabel la Católica, un precioso espacio natural, donde además de poder disfrutar de la vista de numerosas variedades de árboles, podemos deleitarnos con la compañía de numerosos animales en libertad. Y por supuesto , como olvidarnos de nuestro Sporting, que en esta ciudad es una religión, mas que un equipo de fútbol.
Y si todo esto lo acompañamos de una buena comida típica asturiana regada con una buena sidra y sus correspondientes chupitos, para que queréis mas. En fin, que aunque sea una vez en la vida, hay que pasarse por Xixon, os aseguro que no os vais a arrepentir.
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