Aprovechando esta nueva etapa en el blog, retomamos tambien las cansionsillas aprovechables para el noble arte del fornicio.
La de hoy la saque de un recopilatorio del Budha Bar. David no se acordará de ella, pero la escuché por primera vez en uno de aquellos atardeceres mágicos en el Café del Mar de Eivissa. Mientras aquella gente se sonreia unos a otros.
Esta cancioncilla tiene un detalle que a mi me flipa. La trompeta enmascarada con sordina. Pone que te cagas. Además de la cadencia claro.
Y claro si te lo montas en una cala de aquellas de Les Illetes, mientras se pone el sol..ni te cuento.
Straigth the number one. Touch and Go.
1 comentarios:
Pues estás en lo cierto chavalote, no me suena de nada. Pero que quies, ponte en mi lugar, como coño quieres que me concentrara en la música cuando delante de mi sólo hacían que pasar grupos de Accaloratis con aquellas piernas kilométricas, brillantes......aggggghhhhh
Por cierto, la canción una pasada.
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