Uno de los placeres que obtengo de la montaña no es solo el vértigo de las cumbres,de las altas colladas,de los desventios y de las aristas cimeras. El pasar un día entero vagando en lo más profundo de los bosques, sin ritmo fijo,sin prisas,en silencio, fuera de cualquier senda o trocha,es un placer inigualable. Como la canción de Radio Futura,allí uno tiene la impresión de escuchar el lenguaje de las plantas.
Existen muchos tipos de bosques,pero yo me quedo con el "Fayéu" sin duda. Las hayas tienen un encanto especial.El juego que da para un aficionado a la fotografía es enorme. Es el único que deja límpio el interior y filtra perfectamente los rayos de luz. Solo permite la mezcla con alguna mancha de abedul,Cerezo o Acebo,con lo cual la vistosidad o el colorido es tremendo.
Tengo la suerte de conocer algunos de los sitios más prohibidos y escondidos de la montaña occidental,gracias a lo que he investigados todos estos años, y por lo que descubro semanalmente con la cuadrilla de amigos con los que salgo por allí. Alguno, son autenticas enciclopedias de esta zona. Gracias. Freije,Orbayín,Adolfo..etc.
Aquí os dejo un par de fotos. La de las botas fue un experimento. Andar descalzo por estos sitios es agradable relativamente.
Como veis no solo soy un frikie en terreno urbano,je je.
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