viernes, 10 de julio de 2009

OTRO GILIPOLLAS MUERTO EN EL CUARTO ENCIERRO DE SAN FERMIN

Vaya por delante que para nada me alegro de la muerte de este chico, al contrario, me cabrea ver como uno tira su bien más preciado, la vida, a la basura por una irresponsabilidad. Soy el primero en ponerme en la piel de esa familia que vio en directo como su hijo dejó este mundo por ser gilipollas.
Si, gilipollas, porque muchos de los que van a correr los San Fermines son gente de otros países (o de este, me da lo mismo) que si me apuras en su puta vida han visto un toro si no es por la televisión, y que se creen que con vestirse de blanco y coger el periodico enrrollao ya están en condiciones de ponerse delante de una bestia de 500 kilos.
Los toros en manada no son fieros, es cuando uno se despista y queda solo, ahí si se convierten en peligrosos. Y si a eso le sumamos al zoquete en cuestión que provoca al toro para que se vuelva en lugar de seguir la manada, que le toca los cojones tirándole de la cola, dándole de hostias en el lomo, etc ¿ que tenemos?. Pues una esquela más.
Que conste que cada uno hace con su vida lo que le sale de los cojones, pero a este chaval nadie le obligó a correr, al igual que nadie te obliga a ir a 250 por la autopista o a meterte 20 rayas de coca al día.
Vino, probó y le salió mal, ¿desgracia? ¿mala suerte? ¿irresponsabilidad?. En fin ya que más da ¿no?






1 comentarios:

carlosdepazramos dijo...

Sinceramente demasiado poco pasa cuando delante de varios toros bravos pones a 75 millones de paisanos. Cuando la mitad no ha visto un toro en su vida y un cuarto más va borracho como pa coma etílico.
Ayy Davizin, si llegamos a aparecer media hora antes en Fermoselle. quien nos veria dandoy zapatilla calle mayor abajo