jueves, 12 de febrero de 2009

La maquina de petacos

El otro día, observando un grupo de críos dándole a la Play de bolsillo o PSP que creo que le llaman, me vino a la mente como eran nuestras “Play” de aquellos años. Recuerdo con especial cariño la famosa máquina de petacos, o pinball, o máquina a secas como la llamábamos en mi barrio. Eran aquellos armatostes de colores chillones que poblaban todos y cada uno de los bares de todas y cada una de las ciudades de España.

Por cinco pesetas jugabas una partida, y si metías una moneda de cinco duros, ya era la ostia, te daban seis partidas de cinco bolas cada una, y eso sin contar con las bolas extras, los especiales y las partidas que te pudieras hacer por puntos. En resumen, que con un poco de arte que tuvieras dándole a los petacos, te pasabas toda la tarde por una moneda.
Siempre recordaré aquel sonido de las bolas al chocar con el cristal, el cabreo de tu colega cuando llevabas cinco minutos con una bola y él tenía que estar esperando, el golpe a mano abierta para poner la bola en juego, y sobre todo aquellas faltas cuando te pasabas dándole ostiazos pa que no te tragara la bola.…… Aaaaahí que tiempos aquellos.

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